El Dispositivo «Body-on-Chip»: Un Futuro sin Pruebas en Animales
El mundo de la farmacología está presenciando un cambio revolucionario gracias al desarrollo de un dispositivo «body-on-chip» impreso en 3D por científicos de la Universidad de Edimburgo. Este innovador dispositivo, tiene el potencial de eliminar la necesidad de realizar pruebas de seguridad de drogas y químicos en animales. Compuesto por plástico y desarrollado en colaboración con el Edinburgh College of Art, el dispositivo consta de cinco compartimentos que contienen células humanas que representan el corazón, los pulmones, el riñón, el hígado y el cerebro, conectados por canales que simulan el sistema circulatorio humano.
Tecnología de Vanguardia y Sus Aplicaciones
Esta tecnología, que utiliza la imagenología por emisión de positrones (PET) para validar su funcionamiento, no solo se presenta como una alternativa prometedora a las pruebas en animales sino que también tiene el potencial de transformar la forma en que se desarrollan y prueban los medicamentos. El PET, una prueba de imagen que produce imágenes detalladas en 3D de los órganos, juega un papel crucial en el dispositivo, permitiendo a los investigadores observar cómo se mueven los medicamentos a través de los órganos.
Impacto y Futuro de la Innovación
El inventor del dispositivo, Liam Carr, un estudiante de doctorado en farmacología in vitro, destaca la importancia de este avance. Según Carr, este es el primer dispositivo diseñado específicamente para medir la distribución de fármacos, con un flujo uniforme y compartimentos de órganos lo suficientemente grandes como para muestrear la absorción de fármacos para modelado matemático. Este desarrollo podría ser una herramienta valiosa para investigar diversas enfermedades humanas, incluidas el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
La supervisora de Carr, la Dra. Adriana Tavares, señala que unir cinco órganos en un solo dispositivo ayuda a los científicos a estudiar eficazmente cómo un nuevo medicamento podría afectar todo el cuerpo del paciente. Este dispositivo muestra un fuerte potencial para reducir el gran número de animales utilizados en todo el mundo para las pruebas de medicamentos y otros compuestos, especialmente en las etapas iniciales, donde solo el 2% de los compuestos avanzan en el proceso de descubrimiento.
Conclusión:
La aparición del dispositivo «body-on-chip» impreso en 3D representa un hito en las pruebas farmacéuticas. No solo promete reemplazar métodos obsoletos y éticamente cuestionables, sino que también abre nuevas vías para la investigación médica, proporcionando un modelo más preciso y humano para el desarrollo de fármacos. Este avance no solo es un triunfo para la ciencia sino también para el bienestar animal, señalando un futuro más ético y eficiente en el campo de la investigación farmacéutica.
